martes, 19 de agosto de 2008

23º dime que sí!

En primer lugar quiero disculparme con todos aquellos que leen este blog por la ausencia de posts nuevos en los últimos tiempos, en realidad se debe a que por el momento la universidad se está volviendo pesada y hasta asfixiante, por otro lado, este disque blogger, ha dejado de ser un intrépido gilero, para volverse a la racionalidad de una relación fija, lo que, como ustedes comprenderán, nos quita bastante material.

Este post tenía que llegar algún día y a pesar de que no lo quería hacer ya estoy escribiéndolo…

Estoy escuchando una canción de Ricardo Arjona: “Dime que no”, es muy probable que esto inspire este post… pues… en una parte dice: “…dime que no me tendrás pensando todo el día en ti, planeando la ESTRATEGIA para un sí…”… He ahí nuestro post…

Obviamente nadie es tan tonto como para mandarse a alguien sin sospechar que hay mayoría de probabilidades de que le den un sí… pero pese a esto, la forma de mandarse… casi siempre es un gran problema… por lo menos para aquellos que suelen pensar que debe ser especial y todo eso, que también influirá en la respuesta de la chica…

Recreación:

Estás súper templado, medio mundo ya lo sabe y *ella* también… Te decides a preguntarle esperando que te dé un rotundo y sonoro Sí!!... Pero antes, analizas las probabilidades, tienes solo un poco más del 50 %, así que el resto probablemente lo ganes en como se lo pidas…
Ahora, tu amiga, tu hermana, o cualquier mujer cercana a ti querrán ser partícipes de aquel acontecimiento… Obvio que no las dejas, creyendo que tienes todo bajo control… pero en realidad mueres de miedo…
Tienes todo milimetrado, cada paso a dar, cada palabra, hasta sabes el espacio y la hora en que le vas a decir para estar, tienes un plancito hecho, y un plan B y uno C y uno D… y miles de planes en caso de que algo no salga bien…

El día anterior (misma quinceañera) chequeas tu armario, y buscas el polo (o la camisa) menos arruinada que tengas, y si es posible la más nueva, buscas el jean menos sucio, y le das, por primera vez desde que te las compraste, una buena limpiada a tus zapatillas favoritas… repasas una vez más tu floro (que después especificaré) el detalle que hayas pensado y listo, te vas a dormir y en el colmo de tu enamoramiento (cojudez) sueñas con ella…

Aquí nuestro camino se bifurcará en dos direcciones: a) y b) … elijan la suya, o planteen la c)… aquí vamos:

a)

Antes de tu encuentro esperado tienes algún tipo de conversación con *ella* y por algún estúpido motivo *ella* se molesta, tú, como es obvio no tocas el punto de la salida… entonces… quedaron en nada… y tu cita soñada se fue al demonio… le pides devolución a los mariachis (asu que buena) y no te la quieren dar, pero bueno, te queda la plata con la que ibas a salir con *ella*… y justo antes de irte a chupar, *ella* te manda un mensaje, o en el mejor de los casos te llama, para arreglar las cosas, pero es un arreglo bastante desganado, ya no hay salida, solo *hablar*… vas a donde te dijo que vayas, o en su defecto a su casa. Entonces, sorprendentemente hablan de cualquier otra cosa, en un plan completamente fuera de lo que iban a discutir, a pesar de que ambos saben que tienen un asunto pendiente… En fin le intentas invitar algo, LO QUE SEA… un helado, un sándwich, una hamburguesa de cartón, un cebichito de un sol, lo que sea, con tal de tener tu tan preciado detalle, que era otro, pero tu nuevo contexto te obliga a improvisar, *ella*, orgullosa, se niega, y sigue hablando de tonterías que a ti ni al caso, mientras, te concentras en mirarla, ves como se mueven sus labios pero no oyes nada, estás tan perdido en sus ojos que sólo tienes ganas de decirle lo que sientes y de besarla, pero… no lo haces, te quedas callado, y sigues con la conversa… Pasa el rato y ya te tienes que ir, porque *ella* te dice que es tarde y peligroso para que te vayas, en lenguaje simple: te bota!... tú, con lo que te queda de dignidad, te largas… o por lo menos intentas hacerlo… pero en realidad vienen a tu mente todas aquellas escenas en donde *ella* te daba alas y tú sentiste que *ella* te quería y dices: estoy aquí, o lo hago ahora o nunca y a pesar de que tu plan se fue a la mismita mierda, te le mandas, así, a lo bestia, sin detalle, tartamudeando y con un discurso que más o menos va así de ridículo…


“… oye, pucha, es que… (ta`mare!), es que no me puedo ir sin decirte algunas cosas… mira, lo que pasa es que … … … es que … … bueno, tu sabes que somos patas… y todo, y bueno, nos llevamos bien … y … lo que pasa, es que … pucha, te he llegado a querer un huevo… y tú bien sabes eso, en fin, …. No me quería ir sin decírtelo, igual, yo quería que fuera de otro modo… pero… se dio así…. Y si no te lo decía hoy, me iba a arrepentir siempre…. Bueno, solo… quiero… preguntarte… … …. … ….. quie… quie…quieres... estar conmigo?….”


Y a pesar de la basura de situación que se te armó, tu esfuerzo valió y te cae un sí, que hace que todos los malos ratos, se hagan minúsculos… igual de verdad es tarde y peligroso, y fácil que te roban, pero tú feliz



b)

Llegó el gran día, haces las cosas que tengas que hacer antes del gran suceso, horas antes te bañas, como nunca te afeitas y te echas tu Old Spice, te pones tu ropa, y vas a recogerla a donde quedaron…
*Ella*, linda como siempre, tú, prefabricado, tratando de aparentar que te pusiste lo primero que encontraste con una rosita en la mano, que le das diciendo que la encontraste “por ahí”, *ella* sonríe (porque sabe que ya lo habías planeado), entonces, tomas el taxi hacia el lugar de la cita, van conversando amenamente y por ahí toma tu mano para que dejes de estar nervioso (siempre lo notan), así te sientes más seguro, entonces, ya sea en el cine, comiendo, o donde demonios se hayan metido, la pasan bien, total, estás mentalizado, has evitado decir babosadas y tus chistes no son tan bobos. Al fin llega el momento que esperabas, sentados en un sitio con poca gente comiendo un helado o un pedazo de pizza… sacas tu guitarra y le dedicas una canción (sería genial), pero lamentablemente si no se puede hacer eso, de una manera le pides prestada la rosa, y le dices: ¿sabes por qué te la traje?... porque me hizo recordarte… y es que … AQUÍ VIENE EL FLORO…


“…En serio, desde que te conocí siempre me pareciste una persona genial y la rosa me hizo recordarte porque es así como tú de linda, y sin embargo es muy difícil de alcanzar por sus espinas… y es a veces así como te veo yo… en fin, aprovechando que no estamos donde siempre y que el ambiente se presta a liberar mi alma, sería bueno que sepas algunas cosas que me están pasando… … … como ya te dije, eres una personita genial y me fascina estar contigo… Bueno, sin más preámbulos… estoy enamorado de ti y como dice Calamaro: “no quisiera yo morirme sin tener… algo contigo”… en palabras más simples, me harías el honor de ser mi señorita enamorada?...”

Que las cosas salgan así de bien, es bastante difícil… y se merece un gran sí xD….


Bueno solo he puesto los casos de que te digan sí, para no deprimirnos sin motivo… xD… hasta la próxima.